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Corrie era de la vieja escuela, de los primeros inquilinos de La Mazmorra, cuando primaba el compañerismo entre los presos, cuando todos eran iguales y no habÃa rangos. Supongo que Guardián fue lo bastante inteligente como para dividir a sus enemigos.
7 vino hacia mÃ, pero Corrie se quedó plantada en la puerta. O estaba asqueada de lo que veÃa o disfrutaba enormemente de su victoria. Todo dependÃa de si frente a mà tenÃa a la vieja Corrie o a la nueva.
7 se me acercó con unos trozos de tela vieja y vendó burdamente la herida. La improvisada venda se pegaba a mi carne y tiraba de ella. Iba a ser todo un poema arrancarla de la costra si tenÃa oportunidad. En aquellos momentos estaba seguro que deberÃa dolerme más de lo que lo hacÃa, pero no iba a quejarme por eso.
-No queremos que mueras demasiado pronto. –Miró a Corrie y volvió a un discreto segundo plano. Mi camarada Vigilante cogió un vaso y me dio de beber un poco de licor reconstituyente que debÃa haber sustraÃdo de alguna sala de torturas. Sentà un conocido calor en mis entrañas que fue desentumeciendo mi cuerpo.
-De verdad que lo siento. –Me dijo, pero no me la creà demasiado. –No lo del cuchillo, eso lo tienes más que merecido. Me refiero a lo que va a pasar a continuación. Pero es necesario. Eso es lo que me enseñaste, ¿no? –Volvió a posar su mano sobre el pelo que cubrÃa su cicatriz, manchándoselo de sangre. –Pero para sobrevivir necesito tener a alguien de confianza a mi lado y no confÃo en ti. Por eso hice…
-Parece que esto va para largo. Poneos cómodos como yo he hecho. –La bebida me habÃa envalentonado. Y aunque oÃa lo que decÃa, no lo entendÃa. Me aburrÃa. Cosas de ese licor.
-¿Te refieres a que me quite la ropa o a que me ponga cadenas?
Mis carcajadas acabaron en un ataque de tos. Volvà a escupir de sangre. Si hubiese tenido algo en el estomago lo hubiera vomitado.
-Perdona que te haya interrumpido. Continúa contándome tu malvado plan.
Nikt, no puedes morir tan pronto Uyuyuy, que se aproxima mi debut triunfal en la novela, ya queda poco
A todo esto, la parte del 4º episodio en la que hablas del entramado de galerÃas iguales con señales en las paredes ... ¿no será un guiño a "Monkey Island 2"?
La verdad es que lo de ir cada vez a más tiene un riesgo y es pasarse de rosca... ya lo comprobareis en un o dos episodios xDDDDDDD
Lo del Monkey... lo cierto es que no. El otro dia lo pensaba, el relato tiene multitud de guiños al cine, a los comics e incluso a posts del foro, pero a juegos pocos o ninguno.
Y vaya pedazo de fin de episodio eh? Sip Guardián, quedan algunos dias menos para que aparezcas
La noche habÃa empezado mal. Arote, una prisionera de La Mazmorra habÃa escapado, mejor dicho no estaba donde deberÃa estar y se sospechaba que habÃa ido a buscar una salida que, se dice, no existe. Y en mi turno de guardia.
Oh, se me olvidaba, acababan de cortarme con un enorme cuchillo y ahora tenÃa cuatro labios y un solo ojo. Si ya era poco popular… SÃ, es fácil hacerse el gracioso cuando todo ha pasado. Mi trabajo me costaba mantenerme consciente.
-¿Escapar? No seas ingenuo Nikt. Nadie escapa de aquÃ. –Corrie me respondió cansinamente, como si le aburriera hablar de lo obvio. –Si te dejo vivir, irás a contarle mi implicación a Guardián. No te salvará, pero me condenará a mÃ. Siempre has sido un egoÃsta. –Sonrió al decir eso, tal vez recordando las hogazas de pan duro que no compartà con ella. -Y no podÃa dejarte suelto. Tengo que asegurarme que Arote no escape. Pero que la atrape quien yo decida. Alguien que ocupe tu puesto y a quien pueda controlar. Se avecinan tiempos duros, Nikt. Cthulhu amenaza a Guardián cada vez más. Es el momento de tomar posiciones para recoger los frutos tras la revolución.
-¿Te has aliado con Chtulhu? –Estaba tan asombrado que casi se me olvidó lo extraño que era hablar con sólo media boca. DebÃan haberme seccionado un músculo porque la otra mitad parecÃa colgar inerte.
-No, no hasta que sea el vencedor. O tal vez se debiliten tanto que sea yo quien tenga la oportunidad de controlar La Mazmorra.
-Yo sólo soy el matarife. –Su voz erizó el pelo de mi nuca. –Siempre he querido probar a que sabe un Vigilante. –Hizo un ruido extraño con su boca y lengua. La mejor imitación de HannÃbal Lecter, la única que me ha asustado.
-Entonces, ¿quien?
Fue Corrie quien se rió entonces.
-Cariño, seguro que te encantarÃa saberlo. –Dijo antes de salir.
que puedo decir, la historia esta genial y te atrapa mas y mas capitulo tras capitulo... pero adhiero con guy que me quede con ganas de mas... venga nikt subete otro que si no...
7 no dijo nada pero puso un enorme cuenco a mis pies.
-Aquà caerá casi toda tu sangre. SabÃas que ha habido culturas que creÃan que bebiendo la sangre de sus enemigos adquirÃan el valor y la fuerza de estos. –Los ojos de 7 que siempre habÃan tenido un punto tenebroso, algo de cruel y de loco, me mostraban en ese momento más que un punto.
-Por Dios 7, no lo hagas. No te condenes.
Se deshizo de su túnica. TenÃa todo el cuerpo marcado de cicatrices de color tumefacto. Acercó su cara a la mÃa y susurró:
De la cuerda que sujetaba el pantalón roÃdo de 7 colgaba un enorme cuchillo.
-TÃo, por los viejos tiempos… Fuimos amigos.
Era un intento desesperado que sólo tenÃa una respuesta posible. Una carcajada sin rastro de humor, llena de dolor en realidad y desprecio. No necesitó de palabras. La amistad no tenÃa sentido entre los muros de La Mazmorra y ambos lo sabÃamos demasiado bien.
-Si lo siguiente que vas a hacer es ofrecerme poder, ahórratelo, por favor. Corrie me hizo la oferta primero y tampoco me interesó.
-¿Y si te entrego a ella? A Corrie, en una bandeja de plata.
Se hirió varias veces con movimientos rápidos mientras recitaba unas palabras que yo no podÃa entender, apenas oÃr. En lo único en que pensaba era que no me servirÃa de nada que se matase si no me liberaba primero. Con la fama que tenÃa, pasarÃan meses antes de que alguien se pasase por su celda.
Y de repente se acordó de mÃ. Pude observar que en realidad las nuevas heridas eran apenas unos rasguños mientras se acercaba a mÃ, con paso lento y blandiendo el cuchillo.
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