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La Mazmorra Abandon - La mejor selección de abandonware de terror y misterio de la red :: Ver tema - La sombra sobre Innsmouth - Parte 1
Publicado: Lun Jul 16, 2007 7:10 pm Asunto: La sombra sobre Innsmouth - Parte 1
Aca les dejo esta obra maestra de HP Lovecraft, proximamente subire los sucesivos capitulos (esta es la historia en la que se basaron para el The Shadow of the Comet)se las recomiendo es sencillamente genial...
Durante el invierno de 1927-28, los agentes del Gobierno Federal realizaron una extraña y secreta investigación sobre ciertas instalaciones del antiguo puerto marÃtimo de Innsmouth, en Massachusetts. El público se enteró de ello en febrero, porque fue entonces cuando se llevaron a cabo redadas y numerosos arrestos, seguidos del incendio y la voladura sistemáticos -efectuados con las precauciones convenientes- de una gran cantidad de casas ruinosas, carcomidas, supuestamente deshabitadas, que se alzaban a lo largo del abandonado barrio del muelle. Las personas poco curiosas no prestarÃan atención a este suceso, y lo consideraron sin duda como un episodio más de la larga lucha contra el licor.
-¿Innsmouth? SÃ, es un pueblo bastante raro. Está en la desembocadura de Manuxet. Era casi una ciudad, un puerto relativamente importante, antes de la guerra de 1812, pero se ha arruinado durante los últimos cien años o por ahÃ. Ya no pasa ni el ferrocarril... Hace años que se dejó abandonada la lÃnea que lo unÃa con Rowley.
»Debe haber más casas vacÃas que habitantes, y no hay comercio ni industria, excepto la pesca y las nasas. La gente prefiere venir aquà o a Arkham o a Ipswich para hacer sus negocios. Años atrás habÃa algunas fábricas, pero ahora no queda más que una refinerÃa de oro que además se pasa largas temporadas sin funcionar.
»Sin embargo, esa refinerÃa fue un buen negocio en sus tiempos, y el viejo Marsh, el dueño, debe de ser más rico que Creso. Es un viejo maniático y extravagante que no sale de su casa para nada. Dicen que ha contraÃdo una enfermedad de la piel o que le ha salido alguna deformidad, y no se deja ver. Es nieto del capitán Obed Marsh, que fue el fundador del negocio. Parece que su madre era extranjera, dicen que procedÃa de los Mares del Sur; asà que se armó la gorda cuando se casó con una muchacha de Ipswich, hace cincuenta años. A la gente de por aquà no le gustan los de Innsmouth, y si alguno lleva sangre de Innsmouth procura siempre ocultarlo. Pero a mi modo de ver, los hijos y los nietos de Marsh tienen un aspecto normal. Me los señalaron una vez que pasaron por aquÃ… Y ahora que lo pienso, parece que los hijos mayores no vienen últimamente. Al viejo no lo he llegado a ver nunca.
»TenÃa usted que oÃr lo que cuentan los viejos del arrecife de la costa... El Arrecife del Diablo lo llaman. En muchas ocasiones sobresale por encima de las olas, y cuando no, aparece a flor de agua, pero ni siquiera se puede decir que sea una isla. Según cuentan, se ve a veces una legión entera de demonios en ese arrecife, desparramados por allà o saliendo y entrando de unas cuevas que hay en la parte alta de la roca. Es una peña abrupta y desigual, a bastante más de una milla de la costa. Ultimamente los marineros solÃan desviarse bastante para evitarla.
»Los marineros que no procedÃan de Innsmouth, se entiende. Una de las cosas que tenÃan contra el capitán Marsh era que, al parecer, atracaba allà algunas veces por la noche, cuando la marca lo permitÃa, Puede que atracara, porque la roca es interesante, y hasta es posible que fuese en busca de algún tesoro pirata; pero lo que decÃan es que negociaba con los demonios de allÃ. Para mÃ, la pura realidad es que fue el capitán quien verdaderamente le dio fama de siniestro al arrecife.
»Lo que más le chocó al hombre ese -Casey se llamaba-, era la forma con que le miraba la gente de Innsmouth; parecÃan talmente como policÃas vigilándole. La refinerÃa Marsh le pareció bastante rara... Se trata de una vieja fábrica situada a orillas del Manuxet, en su desembocadura. Lo que contó estaba de acuerdo con ]o que yo sabÃa ya. Libros mal llevados, ninguna cuenta clara, y el negocio no se veÃa por ninguna parte. Además, ha habido siempre cierto misterio sobre la forma como los Marsh obtienen el oro que refinan. Nunca se ha visto que hicieran muchas compras de oro, pero hasta hace unos años enviaban por barco cantidades enormes de lingotes.
»Se solÃa hablar de ciertas joyas extrañas que los marineros v los trabajadores de la refinerÃa vendÃan en secreto, o que llevaban a veces las mujeres de la familia Marsh. Se decÃa que el capitán Obed conseguÃa el personal de su empresa en los puertos tropicales; parece que sus barcos zarpaban llenos de abalorios y baratijas, como si fueran a establecer tratos con los nativos. Otros pensaban -y lo piensan todavÃa- que habÃa encontrado un antiguo escondrijo de piratas en el Arrecife del Diablo. Pero lo extraño es que el viejo capitán murió hace sesenta años, y desde la Guerra Civil no ha salido de Innsmouth ni un solo barco de gran calado. Y a pesar de todo los Marsh siguen comprando baratijas para salvajes, sobre todo cuentas de vidrio y chucherÃas, según me han contado. A lo mejor es que a los de Innsmouth les gusta adornarse con eso... Bien sabe Dios que han estado a punto de caer al mismo nivel que los canÃbales de los Mares del Sur y los salvajes de Guinea.
»La plaga del cuarenta y seis debió de llevarse lo mejor del pueblo. En todo caso los únicos que vienen de allà son gentes sospechosas; y los Marsh y los demás ricachos son tan sospechosos como ellos. Como le digo, no serán más de cuatrocientos en todo el pueblo, a pesar de lo grande que es. Son lo que en el Sur llaman 'blancos desarrapados', o sea, tipos huraños y disimulados, llenos de secretos y misterios. Cogen mucho pescado y marisco, y lo exportan en camiones. Es anormal la cantidad de toneladas de pescado que sacan de ese trozo de costa.
»Por eso no pasarÃa yo la noche allÃ, en su lugar. Nunca he estado en el pueblo ese ni me apetece ir, pero me figuro que visitarlo de dÃa no supone riesgo alguno... A pesar de todo, la gente de por aquà le aconsejarÃa que no lo hiciera. Si está usted haciendo turismo y buscando cosas antiguas, Innsmouth es un lugar que le interesará.»
Lo más interesante de todo era una breve nota referente a ciertas joyas vagamente asociadas a la localidad de Innsmouth. Evidentemente, el caso habÃa impresionado a toda la región, ya que el libro hacÃa referencia a determinadas piezas que se hallaban en el Museo de la Universidad del Miskatonic, de Arkham, y en el salón de exhibiciones de la Sociedad de Estudios Históricos de Newburyport. Las descripciones fragmentarias de tales joyas eran escuetas y frÃas, pero me causaron una impresión difÃcil de definir. Todo aquello me resultaba tan singular y excitante, que no se me iba de la cabeza, y a pesar de la hora avanzada, decidà acercarme a ver la pieza que se conservaba en la localidad. Por lo visto era un objeto grande, de extrañas proporciones, muy parecido a una tiara.
En curioso contraste con el aspecto de la tiara, estaba su breve y sórdida historia. Según me contó miss Tilton, en 1873 cierto individuo de Innsmouth, borracho, la habÃa empeñado por una suma ridÃcula poco antes de morir en una riña, en una tienda de State Street. La Sociedad de Estudios Históricos la adquirió directamente del prestamista, y desde el primer momento la colocó en uno de los lugares más destacados de su salón, con una etiqueta en la que se indicaba que probablemente provenÃa de la India oriental o de Indochina, aunque ambas suposiciones eran francamente problemáticas.
Miss Tilton, comparando todas las hipótesis posibles sobre el origen de la tiara y su presencia en Nueva Inglaterra, se sentÃa inclinada a creer que habÃa formado parte de algún tesoro pirata descubierto por el viejo capitán Obed Marsh. A favor de esta suposición estaba el hecho de que los Marsh, al enterarse del paradero de la joya, habÃan intentado adquirirla ofreciendo una suma elevadÃsima que todavÃa mantenÃan pese a la firme determinación de la sociedad de no vender.
Mientras la amable señora me acompañaba hasta la puerta, me aclaró que su hipótesis sobre el origen pirata de la fortuna de los Marsh estaba muy extendida entre los intelectuales de la región. Ella nunca habÃa estado en Innsmouth, pero sentÃa aversión hacia sus habitantes, según dijo, a causa de su degeneración moral y cultural. Incluso me aseguró que los rumores existentes acerca de cierto culto satanista practicado en Innsmouth encontraba apoyo en el hecho de que hubieran ganado allà numerosos adeptos determinados ritos secretos que habÃan terminado por absorber a todas las iglesias ortodoxas.
Alguien se va a poner muuuuy contenta xDDDD Yo hace poco que lo leÃ, y además no soy fan a muerte de Lovecraft, pero sà que está muy bien este cuento, sà señor.(aunque mi favorito es El Ceremonial)
Únicamente una cosa, deja un intervalo de tiempo un poco mayor entre capÃtulo y capÃtulo, porque si no cuando vuelva Corrie con la otra novela se va a acumular mucha lectura para los prisioneros.
NOTA -> Acabo de comprobar que sólo constaba de 5 partes, asà que no hagas caso a lo que te dije al final, jajaja.
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