Muchos daban por muerto a un género que tanto entretenimiento ha proporcionado a lo largo de estas décadas como es el de los títulos de plataformas. Sólo sus dos iconos más emblemáticos, Mario y Sonic, parecían capaces de continuar tirando de un carro cuyas avejentadas y deterioradas ruedas son incapaces de soportar el ritmo que marcan hoy en día los juegos de acción. Una lástima si tenemos en cuenta que estamos hablando de uno de los géneros que dieron sentido y otorgaron un lugar destacado a la industria de los videojuegos en nuestra sociedad allá a finales de los 80 y principios de los 90.
Sin embargo, la escena "indie" ha supuesto un importante balón de oxígeno durante los últimos años para los juegos de plataformas. Muestra de ello son títulos como "Super Meat Boy", "Limbo" o "Cave Story", a la altura todos ellos de cualquier desarrollo profesional en lo que a calidad y popularidad se refiere.