Historia de IBM y su primer ordenador personal y la figura de Chaplin como reclamo publicitario
Fecha Miércoles, 02 marzo a las 22:59:52
Tema Otras Noticias


Hace la friolera de casi 35 años, un 12 de agosto de 1981, la centenaria IBM anunciaba a bombo y platillo su primer modelo de ordenador personal, el IBM 5150 (más popularmente conocido como IBM PC). Su lanzamiento suponía un punto de inflexión al extender su uso más allá de los ámbitos empresarial y universitario, campos a los que hasta entonces había estado circunscrita esta tecnología. No sólo eso, ya que además estableció unos estándares de software y hardware sentando las bases de la arquitectura que la gran mayoría de fabricantes de computadoras continúan utilizando en la actualidad.



(Imagen del primer ordenador personal desarrollado por IBM, el modelo 5150)

Un equipo formado por 12 personas bajo el mando de Don Estridge y Lewis Eggebrecht fue el encargado de desarrollar este modelo en tan sólo un año. Para ello, se apostó por el procesador Intel 8088 debido al óptimo resultado que había ofrecido su versión anterior (el Intel 8086). Del mismo modo, IBM acabaría optando por incluir otros componentes de distintos fabricantes como Epson o Microsoft. Sin ir más lejos, cabe destacar el tira y afloja que mantuvieron IBM y Microsoft cuando la primera se reunió con Bill Gates con el fin de que éste les ofreciera un sistema operativo para su ordenador personal. Al final, y tras algún que otro desencuentro, Gates lograría colarles el famoso QDOS de Tim Paterson cuyos derechos había adquirido previamente por 50.000 dólares.



(A la izquierda, Don Estridge. A la derecha, libro escrito por Lewis Eggebrecht)

Todo estaba listo para dar a conocer al mundo el flamante IBM PC, un equipo que contaba con un microprocesador Intel 8088, 16 KB de memoria RAM ampliables a 256 KB, una unidad de disquetes de 160 KB, un monitor de pantalla monocromo y el mencionado sistema operativo que recibió la denominación de PC-DOS. Eso sí, con un precio de venta al público de 3.285 dólares que en un principio se antojaba prohibitivo.



(Placa base original del ordenador IBM 5150)

Sin embargo, lejos de lo que pudiera parecer, IBM logró vender más de 250.000 unidades en tan sólo tres años, superando ampliamente las previsiones iniciales. Al fin y al cabo, un éxito inesperado que permitió a la empresa norteamericana dominar el mercado haciendo de IBM la marca líder del sector.



Aprovechándose de ese impulso y con el firme propósito de aumentar aun más si cabe sus ventas, los responsables de la compañía idearon una campaña promocional a lo largo de la década de los 80 que consistió en más de un centenar de anuncios televisivos con la figura de Chaplin como protagonista. A estos, además, se unirían otros tantos espacios publicitarios en periódicos y revistas.

En ellos se nos presentaba un Chaplin cercano y abierto al uso de los ordenadores personales en contraposición al largometraje "Tiempos Modernos" de 1936 donde aquél quedaba sometido al imperio de las máquinas. Ésta era la manera que IBM utilizaba para convencer al público de que la informática, a diferencia de lo que ocurría en el famoso film, trabajaba al servicio del usuario y no al revés.



El genial imitador Bill Scudder fue el encargado de representar el papel del célebre actor londinense consiguiendo que la imagen de éste se asociase inevitablemente a la de la empresa norteamericana. Un trabajo que no le resultaría extraño porque con anterioridad a la audición que hubo de superar ya había ejercido como mimo desde 1963. Además, a lo largo de ese tiempo tuvo la oportunidad de interpretar a Charlie Chaplin en el parque de atracciones de Knott's Berry Farm situado en California.

A la audición acudieron más de 100 candidatos, resultando Bill Scudder el elegido por el simple hecho de que su altura coincidía exactamente con la de Chaplin. No en vano, sus cualidades artísticas estaban fuera de toda duda dado el talento que atesoraba y demostraba en todas y cada una de sus actuaciones.



Una vez firmado el contrato, sus apariciones se multiplicaron hasta cerca de 200 días al año entre 1981 y 1987. Una frenética actividad que, según el propio Scudder, le supuso más de un millón de kilómetros de vuelo durante aquella etapa. Eso sí, muy bien invertidos porque llegó a erigirse en vencedor de los Clio Awards que reconocen la innovación y creatividad publicitaria hasta en once ocasiones.

Todo esto catapultó a IBM hacia el éxito, pero su dominio tenía los días contados. A fin de cuentas, la arquitectura abierta de la que hacía gala propició que otros fabricantes sacasen tajada de esta situación con la venta de sus propios ordenadores compatibles a precios mucho más bajos.

En definitiva, una serie de cuestionables acuerdos comerciales y desacertadas decisiones empresariales que dieron al traste con una de las etapas más brillantes de la historia del "Gigante Azul".


Guardian_Misterioso







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