Que Michael Jackson era un gran aficionado a los videojuegos es algo conocido por la mayoría de la gente. No en vano, allá por 1990 dio título al clásico "Michael Jackson's Moonwalker" que SEGA distribuyera para sus principales consolas de aquel momento, además de atribuírsele el diseño de dicho juego. Sin embargo, lo que muchos ignorarán es que el "Rey del Pop" contaba, entre sus muchas excentricidades, con un salón recreativo de descomunales dimensiones en su famoso rancho de Neverland.