Empresario y magnate del sector informático y de la industria del entretenimiento, cofundador y presidente ejecutivo de Apple Inc., fundador de Pixar y máximo accionista de Walt Disney Company. Múltiples son los negocios por los que Steve Jobs ha sido conocido a lo largo de estas últimas décadas que le han valido el reconocimiento a nivel mundial como muestran los galardones conseguidos, entre los que destacan la Medalla Nacional de Tecnología (1985), el Premio Billboard de Entretenimiento Digital al Visionario (2004), ser nombrado la persona más poderosa del mundo de los negocios (2007), empresario de la década por la revista "Fortune" (2009) o elegido director ejecutivo del año por la revista "Harvard Business Review" (2009). Una lista interminable de logros y agradecimientos al alcance de unos pocos elegidos que se personifican en la figura de un genio que ha revolucionado el mundo de la innovación y la tecnología. Un hombre adelantado a su tiempo que gracias a su mente preclara, su talento y guiado por su intuición empresarial ha conseguido hacer la vida mucho más cómoda a millones de personas a lo largo y ancho del Planeta.

Así era el creador del Iphone, Ipad o Ipod, entre otros tantos inventos tecnológicos. Un hombre hecho a sí mismo que ha puesto al servicio de la humanidad su creatividad desde el 1976, año en el que fundó Apple junto a su amigo de la adolescencia Steve Wozniak. A partir de entonces, su impronta ha sido cada vez más y más notoria, tanto para los amantes de esta industria como para usuarios casuales. La marca Apple se ha asociado claramente a él desde sus comienzos, no en vano ha sido capaz de levantar uno de los mayores emporios de la actualidad. Nadie podía concebir Apple sin Jobs ni Jobs sin Apple. Era el binomio perfecto.

Pero Steve Jobs no sólo es una referencia empresarial en el sector tecnológico, también se trataba de un extraordinario ser humano como han recordado sus compañeros, familiares y allegados. Sin embargo, el pasado miércoles 5 de Octubre el destino quiso que se apagase la llama de este ilustre californiano que ha hecho mil y una fintas a la terrible enfermedad que le aquejaba. Un cáncer de pancreas detectado en el 2004 ante el que ha luchado con tesón pero que le ha acabado venciendo a la edad de 56 años.

Un amigo para muchos y un mentor para otros tantos, pero, sobre todo, un icono de una de las compañías más grandes que han existido y que no será la misma sin su gran visionario. Ojalá su espíritu impregne y contagie a las generaciones futuras, tanto por su obra como por su vida.

Steve Jobs, descanse en paz.