Un año más que llega a su fin y eso sólo significa una cosa, y no es otra que la llegada de la Navidad, la cual siempre se presenta previo aviso, para no pillar desprevenido a nadie. Luces, típicas melodías y adornos varios se encargan de hacernos recordar los días en los que nos encontramos en los que la rutina diaria sufre una metamorfosis basada en los usos adquiridos de épocas pretéritas. Esta celebración tan pintoresca no sólo inunda de color y magia las calles de ciudades y pueblos, sino que también, desde hace dos años, se deja caer en los pasillos, celdas y galerías de nuestra mazmorra.

Dicha festividad llega en un momento de tranquilidad y sosiego para todos los que integramos esta comunidad si lo comparamos con la época tan díficil que se vivía a estas alturas hace exactamente un año, pero, sin embargo, este 2.007 ha sido el más duro y complicado de todos. Tras haberse encontrado en un alambre la continuidad de la página en varios momentos del año, finalmente se ha logrado la estabilidad deseada coincidiendo, precisamente, con estas fechas, lo que permite que, por fin, podamos celebrar por primera vez las Navidades en este entorno tan lúgubre y terrorífico.

Importante ha sido la actividad del encapuchado Mercenario a lo largo del año haciendo honor a su posición de verdugo, a la que se ha incorporado recientemente Niktgrump, que sin temblarle la mano ha sido capaz de desarrollar su trabajo de manera impecable en las salas de tortura. Pero no sólo ellos forman parte del engranaje tan cuidadosamente estudiado de "La Mazmorra Abandon", centinelas y vigilantes engrosan un equipo de trabajo que ejerce sus labores de sol a sol para que no falle absolutamente nada y todo funcione con la precisión de un reloj suizo. La labor en la sombra de "Numérico", cuidando día y noche de este lugar, acompañado en sus guardias por el novato Guybrush, que cubre el sector oeste como nadie, y, como no, la presencia de los más de 3.000 prisioneros que pueblan este subterráneo lugar y que estoicamente soportan el hambre y el dolor mientras agonizan en sus respectivas celdas.

Por todo ello y por y para todos ellos, deseo unas muy felices y terroríficas fiestas esperando vernos el año que viene de nuevo todos aquí. Mis más macabros saludos, mis adorados prisioneros ...