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La Mazmorra Abandon - La mejor selección de abandonware de terror y misterio de la red :: Ver tema - La parca
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7f4df451 Vigilante
Registrado: Jun 17, 2006 Mensajes: 287
Publicado: Vie Feb 23, 2007 6:59 pm Asunto : La parca
Nunca habÃa tenido miedo de la muerte, tampoco le habÃa interesado jamás que le esperaba en el futuro, que veÃa lejano e impredecible, sobre todo por su juventud, por lo que aún le quedaba por vivir. Sin embargo, a pesar de ese desinterés hacia lo que debÃa pasarle en lo que él veÃa como un tiempo lejano, cuando su novia insistió en que entrasen en aquel puestecillo en el que adivinaban el futuro, no se resistió. La muchacha estaba tan ilusionada con ello que prefirió acceder, y asÃ, en aquella tarde soleada, en el mercadillo medieval, ambos se vieron ante una gitana de pelo largo muy rizado, con una túnica oscura salpicada de lentejuelas y unos pendientes de aro increiblemante largos. No le falta ni el último detalle, pensó Fabián, al fijarse en el pañuelo de lunares negros que le cubrÃa parcialmente la cabeza. Desde luego, se ha esmerado para parecer una adivina (siguió pensando). A ver qué chorradas se inventa sobre mi futuro.
Su novia estaba tan nerviosa que él insistió en que fuese a ella primero a quien le leyese la buenaventura asà que se sentó frente a la mujer que empezó a hacer unos misteriosos gestos ante la bola de cristal para proceder a cambiar la voz de un modo extraño, como si estuviera en trance. Fabián sonrió porque aquello le recordó al oráculo de Delfos, y pensó que aquella mujer se habrÃa instruido bastante en el tema para no errar y hacer de cada una de sus actuaciones algo de lo más creÃble. Clara, su novia, esperaba impacientemente a que aquella adivina comenzase a decirle los sucesos venideros que la acontecerÃan. Al fin ella comenzó a hablar:
- Veo que eres una persona extrovertida y sencilla, amante de las buenas costumbres y que crees en los temas esótericos, tenÃas mucho interés por tu futuro.
Aquà empezó a pensar Fabián que era más que una casualidad que aquella mujer supiera esas cosas sobre su novia, pero aún asà seguÃa sin creerla.
- El muchacho que te acompaña cuenta con tu cariño, sin embargo dentro de muy poco os separaréis para siempre, eso está muy claro.
Fabián se enfureció y Clara estaba muy sorprendida, ya que en sus tres años de relación jamás habÃan tenido ningún problema y estaban empezando a planear su boda, incluso.
- Vamos a ver ¿En qué se basa usted? !No nos conoce de nada, mire mi futuro y verá como va a ser junto a ella! -le gritó Fabián más enfadado aún que antes.
- Bien, siéntate y veremos por qué vais a separaros.
La mujer volvió a hacer esos extraños gestos con las manos y a cambiar la voz, pero aquello ya no le hacÃa ninguna gracia a Fabián que habÃa empezado a arrepentirse de haber cedido al deseo de su novia, que estaba aguándoles la tarde.
Antes de empezar a hablar, la mujer les miró a ambos. A Fabián le pareció ver una maliciosa sonrisa en su rostro.
- Veo aquà que no crees en lo esóterico, que has venido sólo cediendo a sus deseos, también que eres una persona que no temes a nada, ni te interesas por lo que vendrá, sólo te ocupas del presente. Pues bien, aprovecha bien ese presente, porque la parca de la muerte ha decidido cortar muy pronto el hilo de tu vida y venir a buscarte.
Clara se tapó la boca con las manos para ahogar un grito de desesperación.
Fabián, mientras tanto no salÃa de su asombro, pero se echó a reir, no creyendo a la mujer, pagó lo acordado y salieron ambos del puesto burlándose Fabián de aquella adivina ante sus propias narices.
- Vamos Clara, lo que nos ha dicho no eran más que patrañas sin sentido, no te pongas trágica.
- ¿No te da miedo lo que nos ha dicho?
- Bah, son sólo tonterÃas, vió que yo no creÃa en nada de lo que nos estaba contando y decidió darme un buen susto.
- Entonces ¿No la has creÃdo?
- Para nada.
Fabián acompañó a su novia a casa y luego se dirigió a la suya con paso cansino.
La noche empezaba a asomar y las lánguidas estrellas cubrÃan el cielo que era como una plácida campiña negra y brillante. Cogió el ascensor y entró en su piso. Aquel fin de semana se encontraba solo porque sus padres habÃan ido a visitar a unos parientes que tenÃan en un pueblo cercano. Al entrar en el salón, sintió una súbita ráfaga de frÃo.
- Qué raro ¿Me habré dejado abierta alguna ventana?.
Pero no habÃa ni un solo resquicio.
Bah, será imaginaciones mÃas, pensó Fabián, que no notó cómo una sombra negra pasó tras él a la vez que le producÃa un escalofrÃo. El muchacho se estremeció sin comprender qué estaba pasando. De repente se fue la luz y le pareció escuchar una extraña carcajada. No entendÃa qué estaba sucediendo, pero empezaba a pensar que tenÃa algo que ver con lo de la adivina, no con lo que le habÃa dicho, si no con el hecho de que él no la habÃa creido, que se habÃa reido de ella, aquella estúpida bruja estaba llevando a cabo su venganza. Aunque, quizás todo aquello sólo era fruto de su imaginación, impulsada como estaba su mente por los sucesos de aquella tarde.
Fabián sacó un mechero de su bolsillo e intentó aproximarse hacia el cuadro de luces para ver si se habÃan bajado los plomos pero, de nuevo, una repentina e inexplicable ráfaga de viento que no se sabÃa de dónde procedÃa, apagó la lumbre del mechero y le dejó sumido en la oscuridad. Alguien o algo le susurró con voz trémula al oÃdo...
- Nadie puede reirse de la muerte.
Fabián empezó a asustarse, sobre todo al liarse a manotazos en la oscuridad para hallar de dónde procedÃa aquella voz y no encontrar a nadie.
Volvió a oir aquella carcajada y a sentir escalofrÃos y salió corriendo por el salón, a oscuras como estaba y atrapado por el pánico de una situación que se le escapaba de las manos al no poder comprenderla.
En su inútil huida tropezó con la alfombra y se golpeó contra la repisa de la chimenea partiéndose el cuello y cayendo contra el suelo alfombrado como un muñeco roto.
En aquel instante volvió la luz al piso y la sombra negra que le habÃa envuelto cuando aún estaba vivo se convirtió en la mujer que le habÃa leido su terrible destino aquella misma tarde. Sonrió con malicia mientras miraba el cuerpo marchito de Fabián sobre la alfombra y le dijo como si él pudiese oirle:
-Ya te dije que vendrÃa a buscarte muy pronto.
Y se marchó convertida en una liviana ráfaga de viento.
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niktgrump Supremo Inquisidor
Registrado: Jun 05, 2006 Mensajes: 868
Publicado: Vie Feb 23, 2007 7:45 pm Asunto :
¿Otro? ¿Ya? pero... pero... pero
lo he pasado muy mal (o sea bien, que es de miedo) leyendolo. Continua asÃ
7 escribió: La noche empezaba a asomar y las lánguidas estrellas cubrÃan el cielo que era como una plácida campiña negra y brillante.
¿Por qué no me salen frases as�
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